Una historia que se pierde en el tiempo.
Por: Betty Martínez Fajardo.

En alguna oportunidad el Ministerio de Cultura conceptuó que la ciudad de Riohacha no reunía los requisitos para que se declarara su centro como histórico, porque muchas de sus viviendas consideradas patrimoniales se fueron destruyendo por la indiferencia de sus dueños, de la administración distrital y del gobierno departamental de La Guajira,
Las pocas viviendas que siguen en pie se caen poco a poco, así como el Teatro Aurora y la Casa de la Aduana propiedad del Distrito de Riohacha.
Los años pasan, y pocos pasos se observan para poder recuperar algunas de esas viviendas que de alguna manera le dan vida al Centro histórico de la capital de La Guajira.
Los balcones de las hermosas casonas de estilo republicano siguen presa de la indiferencia, y en cada amanecer ya es una menos la que colorea el paisaje de un sitio importante de la historia de Riohacha.

Cuenta el antropólogo en investigador, Weildler Guerra Cúrvelo, que el daño más grande a la arquitectura de Riohacha fue a finales de mayo de 1.820, cuando el castillo de San Jorge fue volado por los irlandeses.

“Se amotinaron por la comida por la falta de pago y a finales de mayo se emborracharon, saquearon la ciudad y le prendieron fuego a Riohacha”, dijo.
Esa situación, causó un daño inmenso y fue la causa para que la ciudad resurgiera en la época de la República con los comerciantes de Aruba, Curazao, los holandeses y los guajiros.
“Riohacha siendo tan antiguo como Cartagena y Santa Marta, no tiene los restos arquitectónicos de esas ciudades, no porque no haya tenido un pasado glorioso sino porque ese suceso que tiene unos culpables identificados que son los mercenarios irlandeses redujeron la ciudad a cenizas”, puntualizó.
Lamenta el historiador, el suceso, y cuenta que una de las razones que alegaron los irlandeses para quemar a la ciudad es que todos los días se alimentaban con carne de tortuga y terminaron aburriéndose.
En su relato da cuenta de cómo tampoco no se valora el patrimonio republicano de la ciudad, que tiene que ver con muchas casas como la de la Casona del Mar, las que pertenecieron a Nelson Gnecco Coronado, las de los Danies y los Correas, entre otras.
Advierte, que es muy posible que deliberadamente se estén dejando caer las pocas que existen para que sean sancionados los propietarios, y puedan entonces abrir un espacio para grandes negocios.
“Nuestras ultimas casas van a desaparecer, como la del difunto Gaspar Lubo, que tiene un valor arquitectónico único en el caribe colombiano, porque combina elementos hispánicos y griegos con la arquitectura del Caribe, tiene columnas griegas, pero guarda la arquitectura caribeña”, contó.

La administración
La directora de Urbanismo y espacio público del Distrito de Riohacha, Natalia Romero Mestre, contó que el Distrito no cuenta con información del levantamiento técnico e histórico de las viviendas que aun se mantienen con vida en el centro histórico de la ciudad, que se considera indispensable para la declaratoria que se requiere de parte del propio Distrito y del Ministerio de Cultura.
“Espero poder impulsarlo desde la dirección de Planeación, gestionando con otras instituciones debido a que no contamos con los recursos económicos para realizar ese estudio que debe ser de la mano de un experto en patrimonio”, dijo.

Recalcó, que en ciertos sectores del centro histórico ciertas viviendas ya son consideradas como patrimonial, lo que se debe declarar desde el Distrito y el Ministerio de Cultura para que gocen de ciertos beneficios que le otorga la ley.
Puntualizó, que, desde la oficina de Cultura, se ha trabajado con los propietarios de esas casas porque ellos no quieren vender la propiedad, como tampoco contar con un lugar que se esté derrumbando por lo tanto están buscando oportunidades y opciones.
Explicó, que de manera definitiva no existe actualmente argumentos legales para declarar una parte de la ciudad como centro histórico porque muchas de las viviendas el tiempo las derrumbó, y otras se han modernizado.
“Lo que hemos estudiado es que, si hay sectores del centro que se pueden recuperar, o bienes como el Teatro Aurora, lugares específicos y emblemáticos en donde se podría hacer una ruta patrimonial en donde se revivan esas viviendas estilo otras ciudades como Cartagena y Santa Marta, para fortalecer el turismo, y que se revivan esas historias que están allí como dormidas”, dijo.
Sobre ese tema se han adelantado algunas gestiones con la Universidad de La Salle, para levantar toda la información histórica de las viviendas que pueden se consideradas como bienes patrimoniales.
“Se necesita de un profesional experto en temas patrimoniales, quien debe hacer un levantamiento del estado de la casa, que se puede rescatar, que no se ha modificado, las que se deben valorar y al final debe arrojar que porcentaje es considerada patrimonio”, dijo.
Precisó, que la ciudad cuenta con sectores del centro que,si se pueden considerar como patrimoniales, como también lugares emblemáticos como el teatro Aurora y la Casa de la Aduana.