Por: Betty Martínez Fajardo.

Si bien los eventos centrales del carnaval de Riohacha lograron realizarse sin desordenes, no es menos cierto que es necesario repensarlos para garantizar su permanencia en el tiempo.
A medida que pasan los años, a excepción de la noche de coronación y el desfile de las comparsas, no se muestra algo diferente que llame la atención del público, como bien lo expresan los ciudadanos en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Tambien se destaca la entrega de las reinas, en esta oportunidad de Daniela Rodríguez Abdala, reina central y Alana Durán Barros, reina infantil quienes disfrutaron a plenitud de cada presentación.
Esos aportes necesariamente deben ser evaluados por los hacedores del carnaval pues el objetivo es preservarlos y mejorarlos cada año, a quienes se les reconoce todo el esfuerzo por seguir participando de las fiestas de momo, baco y arlequín.
No se trata de solo trabajar alrededor de garantizar el orden público, sino de armar toda una programación donde se de el valor a los iconos del carnaval, pero también a las nuevas manifestaciones que se traducen en las vivencias de la comunidad, y de los acontecimientos del país y el mundo.
Los miembros de la Fundación están en el deber de evaluar de manera descarnada cada una de las actividades que programaron, pues es evidente que por ejemplo el desfile de carrozas cada año desmejora, y no aumenta el número de comparsas.

Es necesario que se mire el carnaval con otros ojos si realmente se pretende seguir mostrándolo como un activo cultural, y una forma de dinamizar la economía.
Ejemplos existen de lo variado que puede ser el carnaval como la puesta en escena del humorista Álvaro Martínez y Euclides Redondo, que deben mejorarse, pero para ello requieren del apoyo de la institucionalidad y de quienes están al frente de la organización.
Esa es una forma de quienes encuentran en el carnaval una manera de expresar con humor lo que sucede a su alrededor, robándose el aplauso de quienes tienen la oportunidad de observarlo.
Es la manifestación de un grupo de amigos que cada año se las ingenia para salir en el carnaval.
Es decir, terminó el carnaval del 2023 con el entierro de Joselito, reconociendo el compromiso de la reina central, Daniela Rodríguez Abdala, de la infantil, Alana Durán Barros, del coreógrafo riohachero Alex Vega Maldonado quien en la noche de coronación mostró un despliegue de baile, colorido y tradición, así como las agrupaciones que participaron de los diferentes desfiles, además de la noche de comparsa.
También se destaca el reinado popular organizado por la señora Mercedes Quintero, así como el desfile de comparsas infantiles organizado por la fundación cultural Los Negritos de Riohacha, las pilanderas de la comay Pipi, la fundación Francisco J. Brito y otras que merecen el aplauso de la comunidad por la entrega en medio de tantas dificultades.
Reacciones

El exsecretario de Cultura departamental y precandidato a la alcaldía de Riohacha, Rubén Magdaniel Pavón, considera que el carnaval debe monetizarse para ser autosostenible.
Expresó que las fiestas de carnaval demostraron que su población los espera con ansias, desfiles y eventos que congregan a una romería de todos los sectores, lo que muestra que mucha gente siente esas festividades.
Agregó, que es evidente que muchos no los entienden, y desconocen su origen, ignoran su esencia, tergiversan la coyuntura y por ende afloran sentimientos adversos al fundamento carnavalero, notorio es, que el proceso educativo y pedagógico del carnaval requiere decisiones institucionales.
Explicó, que para su evolución es estrictamente necesario que se asuma como una empresa, recordando que son fiestas eminentemente patrimoniales y por ello la administración del carnaval debe fusionar: patrimonio más alta gerencia e innovación.
Puntualizó, que es importante monetizarlos lo que traduce en descentralizarlos, adicionarle mejores eventos y engrandecer los actuales fortaleciendo la tradición, 《Hay sustancia histórica y logística de donde hacer unas fiestas magistrales》 pero es necesario que la Alcaldía Distrital y los entes culturales, los analice desde una óptica meramente empresarial, que, sin demeritar su esencia, privilegie la reactivación de la frágil economía Riohachera.
“Debe una empresa de gran capacidad y experticia en eventos, gerenciar «El Carnaval de Riohacha» tiene que salir ya del encuadre y perspectiva rural a que lo tienen sometido, para convertirse en oportunidades de negocios para Riohacha y sus habitantes”, planteo.

En tanto el gestor cultural, Otto Arteta Bonivento, expresó refiriéndose al desfile de carrozas que es triste como involucionó el carnaval.
“Eso es lo que hay cualquier cosa está bien”, dijo.
Agregó además que el desfile de carrozas es organización, colorido, fantasía, creatividad, es el aspecto más importante para posicionar más el carnaval de la capital de La Guajira.
“Ese es otro gran problema, la música tradicional y folclórica la están desplazando, no se da la oportunidad a los grupos folclóricos o no existe una reglamentación para participar de estos desfiles, eso se veía venir hace años y a la junta se le advirtió este problema a futuro y mira ya lo que pasa, no les importó ni proyectaron posible solución para mitigar”, agregó.
En tanto, el también gestor Hermes Murgas, indicó que lo qué pasa es que no han querido entender qué para mejorar año tras año lo qué se tiene se tiene que hacer es política pública en la legitimación de una norma integral del Carnaval.
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.