El águila furtiva, el noble arhuaco y el cazador.

Por: Genestor Ibarra.

Fernando Dangond.

Para nadie es un secreto que las mentes a través de las generaciones que pasan, no hablan de los mismos temas, de juglares cómo: Juancho polo, Emiliano Zuleta Baquero, Rafael Escalona, Leandro Díaz hasta ese semillero que brotó en la Guajira del sur y el departamento del Cesar en los años 70.

Así sucedió con los compositores y las canciones protestas en este bello folclore que incorpora toda la riqueza literaria que tiene la región Caribe.

Las canciones protestas tuvieron en nuestro folclore su auge más puro en los años 70, compositores cómo Hernando Marín, Máximo Mobil, Armando Zabaleta, Sergio Moya Molina, etc. eran vanguardistas con canciones protestas pero con un horizonte y una mirada desde el ámbito social e ideológico político.

Es acá en donde un joven incursionando en la composición con estudios universitarios toma como ejemplo a un indígena, un águila y un cazador dándoles el rol de protagonismo en la canción.


Personajes imaginarios en que Fernando Dangond se inpirara e hiciera una canción ecológica, dando a entender el fuerte mensaje que el hombre como único ser viviente con libre albedrío y razonamiento lógico se aprovecha de esto para hacer el mal sobre los demás seres vivos que actúan por instinto como el águila y por un amor inocente como el del indio arhuaco hacia la madre naturaleza.

Una canción en donde por la narrativa de la canción, por el personaje indígena que es de la noble etnia arhuaca y por el águila, que desde la altura lo ve todo a través de las montañas, es la sierra nevada de Santa Marta, en donde el cazador con la necesidad que tiene de invadir los demás ecosistemas quiere dejar su huella marcada por el daño y la industrialización, el arhuaco queda lamentando la vida acabada del águila que tanto admiraba por su capacidad e imponencia que tenía desde las alturas y toda a causa de un disparo que atraviesa aquel palpitante corazón.

Y se queda el arhuaco, muy lleno de tristeza.

Canción que fue llevada al acetato musical en el año 1979 en el larga duración dinastía y folclore de los hermanos Zuleta.

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