Por: Betty Martínez Fajardo.

Llegar al corregimiento de Aremasain, no es tan difícil, sus familias wayuu aún conservan sus tradiciones y la lengua materna sobrevive. Es un espacio tranquilo, donde se distingue imponente su internado indígena, hogar de cientos de niños y jóvenes que allí se forman para seguir sus estudios universitarios.
El internado es amplio, con espacios verdes que muestran el respeto a la naturaleza, los alumnos hablan en español, pero también en wayuunaiki, el uniforme de las alumnas es la tradicional manta wayuu, lo que de alguna manera reafirma el valor a la cultura.

La iglesia del Internado ha sido testigo de bautizos, primeras comuniones y matrimonios.
El primer matrimonio que se celebró en la iglesia del internado fue el del señor Alberto Pacheco con María del Carmen Ocando, quien trabajaba con los padres capuchinos. Don Alberto, recuerda a sus 83 años, su paso por el internado, allí estudió y gracias a su formación se convirtió en un líder social y cofundador de Aremasain.
En el internado se recuerda también al Padre iataliano Marcelo Graziosi, quien dedicó parte de su vida a lograr que la institución creciera, no solo desde lo académico sino desde la enseñanza de las artes y el aprecio a la tierra y los animales.
El internado llegó a sus 70 años, bajo la dirección del rector licenciado, Gabriel Argota Caicedo, quien vela porque la institución siga al servicio de los niños y jóvenes wayuu.

La historia
Corría el año 1.910, cuando el Padre misionero capuchino, Antonio de Valencia y las hermanas religiosas terciarias capuchinas, Clara de Bainarios y Verónica de San Juan, colocaron los cimientos del antiguo edificio en el corregimiento de Pancho, cercano a Riohacha y primera capital de la Comisaria de La Guajira.
Las labores escolares iniciaron en el año de 1.933, cuando Sor Milagro de Alborada, registró el establecimiento con el nombre de Orfelinato de San Antonio, que albergó durante 42 años a todos los niños wayuu de la región.
Pancho fue decayendo debido a las continuas guerras claniles, además las inundaciones del río Ranchería, provocaron que poco a poco fueran cayendo las paredes del orfelinato construidas con madera, barro, paja y zinc,
Monseñor Vicente Roig Villalba, confió a los misioneros Jesualdo de Beñores y José de Sueca la escogencia de un lugar céntrico con buenas tierras, hábiles para la agricultura, con abundante agua para poder construir un nuevo internado que continuara la labor misionera del orfanato de Pancho.
En el año de 1.952 se cierra la historia de Pancho, y surge el internado de Aremasain, no solo para la niñez huérfana sino para todos los wayuu.
A este plantel educativo se le llamó Internado Indígena San Antonio de Padua, en honor al Padre Antonio de Valencia, fundador del orfanato de Pancho y a la gran devoción que tenían los Padres Capuchinos a San Antonio de Padua.
La construcción del internado se realizó bajo la dirección de los misioneros capuchinos de la provincia de Abruzzo de Italia, quienes traían los materiales de Riohacha, Barrancas y Maracaibo.
El 31 de mayo de 1952, en las horas de la mañana se realiza el traslado y llega, Monseñor Vicente Roig, acompañado por la mayoría de sus misioneros, por las hermanas terciarias Capuchinas y los niños que entonaban cantos jubilares ofreciendo calle de honor a la Divina Majestad que venía en manos del Padre Tarcisio de Ripacorbaria uno de los primeros directores del plantel educativo.

Desde 1952 hasta la fecha el Internado ha contado con la presencia de 22 Rectores, en su mayoría vinculados al clero, una seglar ex alumna de este Internado, una religiosa de la Comunidad Capuchina y un laico comprometido.
Junto a los padres Capuchinos, han compartido la responsabilidad de ese centro educacional, las hermanas Terciarias Capuchinas de la provincia de Montiel, su labor ha sido callada pero eficaz en la promoción de la mujer Wayuu, como la Madre Lorenza de Alejandría, primera Coordinadora de la Sección Femenina; la hermana Guillermina Bueno, la hermana Bertilde, (QEPD). La madre Bernarda Arango, ocupó ese cargo muchas veces, la hermana Ofelia Arango llamada con cariño por todos “la abuelita”. En el año 2000 la comunidad de las hermanas Terciarias Capuchinas de la Provincia de Montiel, entregaron esta casa debido a la escasez de vocaciones y a la falta de religiosas que continuaran la obra social.
En el año 2003 la obra es entregada por los capuchinos italianos de la provincia de Abruzo a la Diócesis de Riohacha por el padre Marcello Graziosi Iezzi, que ya agotado, enfermo y pensionado viaja a Italia para radicarse allí definitivamente.
Desde el año 1952 hasta 1990 en el Internado Indígena San Antonio, funcionó únicamente la Educación Básica Primaria, con la administración del Padre Marcello Graziosi Iezzi, varios fueron los intentos que se dieron para crear el bachillerato.
Después de otros intentos y viajes a Bogotá, el religioso gestiona ante el Ministerio de Educación un Bachillerato para la población indígena, logrando que en el año 1991 el centro educativo, amplíe su cobertura y dé un pequeño viraje a su pedagogía y currículo basado en las expectativas, intereses y necesidades del indígena Wayuu, implementando el ciclo de Educación Básica Secundaria Modalidad Diversificada con cuatro grados( de 6º a 9º )
Durante cuatro años se trabajó arduamente en el proyecto del Bachillerato Diversificado, donde todos los miembros de la comunidad educativa aportaron su granito de arena brindando al estudiante Wayuu una enseñanza teórica y práctica.
En 1.994 después de varias visitas de asesoría y supervisión es aprobado el Bachillerato Diversificado con Internado hasta 9º grado, que inicia su proceso de formación integral mediante la aprobación 1537 de noviembre 12 de 1993.
En la primera promoción del año 1994, Grado 9º se graduaron 59 estudiantes: 35 estudiantes con el Titulo de Prácticos en Agropecuaria y 24 estudiantes con el título de Prácticas en Modistería y Confecciones.
Para este año 2022 la institución estará graduando su XXVII promoción 70 AÑOS DEL INTINSA, con un total de 128 estudiantes en 4 Énfasis: Administración Pública, Medio Ambiente, Agropecuaria e Informática.

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