
La constancia y la disciplina, le valieron al guajiro Edgardo Bolaños Gnecco, conquistar el triunfo como rey aficionado del festival vallenato en la ciudad de Valledupar en la versión 2022, que se realizó de manera presencial después de dos años de pandemia por el Covid-19.
En sus primeras declaraciones al noticiero Cardenal de La Guajira, aseguró que su lucha inició desde el año 2012, y que el triunfo es un logro inmenso para su carrera y, es ver materializado todos los esfuerzos sobre todo de sus padres y de su familia.
Relató, que se preparó durante ocho meses, acompañado de su grupo pero también en solitario en su residencia, lo que le permitió la seguridad necesaria para enfrentar una vez más la competencia en tarima.
«En una final del festival vallenato cualquiera de los cinco puede ganar, porque ya se vienen superando varias rondas, son los mejores cinco acordeoneros del concurso o sea cualquiera que llegue allí tiene la capacidad de ser rey vallenato», explicó.
Contó, que fue al primero que llamaron a la ronda final, y su seguridad producto de su preparación empezó a marcar la diferencia, ademas que se gozó la presentación acompañado del cajero Jairo Felizzola y, Neisser Duarte Mejía, en la guacharaca.
«Cuando terminé la puya yo creo que eso terminó de convencer a los jurados, porque fue una interpretación que me salió como nunca», dijo.
La familia.
Para Edgardo Bolaños Gnecco, sus padres representan la inspiración para encontrar en la música su proyecto de vida, siempre han estado a su lado en cada una de sus presentaciones en tarima, como también en su proceso de formación que inició desde muy pequeño.
«Cuando quedé de segundo en el 2020, estaba inconforme con el resultado porque uno es participante, hoy que me corono por fin rey vallenato entiendo que era en el tiempo de Dios, que no era en ese momento sino ahora y, que hay que aceptarlo con humildad, Dios es perfecto y le doy muchas gracias a él por esto que me está pasando», precisó.
El rey aficionado, refirió que en el momento de la final no logró observar a sus padres que estaban en las gradas por un reflector que se lo impedía. «Ellos estaban al lado y nunca los vi, cuando yo terminó las entrevista, guarde los acordeones me fui a buscarlos y me demore en encontrarlos en ese parque porque no sabía donde estaban, mi papá no me contestaba por la bulla, logré encontrarlos y que momento tan bonito porque ahi fue donde nos reunimos los tres y, nos vimos después de tantas lagrimas, tantos esfuerzos, porque esto ha sido una lucha constante», refirió.
Dijo, también que el festival vallenato no es fácil, es una odisea.
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