«Con pequeños pasos se pueden lograr grandes cambios en la educación», lideresa wayuu.

Uniguajira avanza en la construcción de políticas de paz y convivencia pacífica en los territorios a través de la firma de un convenio marco de cooperación interinstitucional con la Asociación Sütsüin Jiyeyu Wayuu (Fuerza de Mujeres Wayuu), que busca el fomento de actividades académicas, de proyección social, ambiental y cultural para beneficiar a la comunidad educativa y a los grupos étnicos del departamento.

Dentro de sus finalidades se contempla propiciar espacios de diálogo intercultural e intergeneracional que posibiliten la reflexión y análisis de situaciones de conflicto territorial en comunidades y escuelas, para fortalecer mecanismos de resolución de conflictos, resignificar las relaciones con los otros en entornos compartidos y transformar realidades con un enfoque de derechos. Además, se pretende consolidar la educación como un vehículo generador de paz territorial desde el componente étnico.

Carlos Arturo Robles Julio, rector de la Universidad de La Guajira mostró su complacencia por el acuerdo y aseguró que desde la institución se trabaja en la puesta en marcha de nuevos programas académicos y la formalización de una política integral de inclusión para mejorar y ampliar el acceso de los jóvenes indígenas a la educación superior. “Es nuestra responsabilidad como universidad de mayor cobertura en el departamento establecer estrategias para garantizar la formación profesional con calidad y equidad”, concretó.

Por su parte, Carmela Peláez, miembro del resguardo indígena de Lomamato y representante del Semillero Fuerza de Mujeres Wayuu, dijo que esta alianza nace de la necesidad de formar a los niños, niñas y adolescentes para un relevo generacional que propenda por la defensa de los Derechos Humanos, el territorio, el agua y todas las formas de vida. Indicó que el semillero está conformado de 22 a 25 jóvenes wayuu asentados en toda la extensión del territorio en la alta, media y baja Guajira.

La firma del convenio fue respaldada por decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y directivos de la Licenciatura en Etnoeducación de Uniguajira.

Asimismo la lideresa expresó que el pacto queda para la historia como una forma de impactar en el desarrollo del territorio desde Uniguajira. “Con pequeños pasos se pueden lograr grandes cambios en la educación, en especial para el pueblo wayuu que tiene pocas oportunidades de formarse”, sostuvo.

De otro lado, Deris Paz Daza, coordinadora del proyecto destacó que la importancia de la iniciativa radica en fortalecer las instituciones educativas, indígenas y rurales en investigaciones de construcción de paz. Advirtió la dirigente que la Universidad de La Guajira brindará el apoyo técnico y profesional con sus docentes. “Esto va a constituirse como en una red de organizaciones para reforzar todo lo que tiene que ver con los procesos de construcción de paz en los territorios wayuu”, puntualizó.

Es pertinente anotar que el convenio significa para la institución un acercamiento con los saberes otros, la fuerza, resiliencia y sororidad de las mujeres en la academia. “Vamos a aportar a la memoria colectiva e histórica de los pueblos para llevarlos al concepto de paz”, manifestó Zaine Arredondo Quintero, directora del Programa de Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad.

Entretanto, Caridad Brito Ballesteros, historiadora y profesora de Uniguajira expuso que desde el pregrado de Etnoeducación cada día se trabaja por relacionarse más a la comunidad y al contexto educativo de La Guajira mediante el entendimiento de sus realidades y diversidades. “Este nuevo convenio plantea un acercamiento desde el programa y la Alma Mater con instituciones educativas, en un primer lugar aproximándose a la creación de una pedagogía desde la cátedra de paz y cómo ha sido el proceso de vivencia desde la firma de los acuerdos” concluyó la maestra.

Doris Cabeza Escobar

Periodista Uniguajira

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