El viento y el sol protagonistas de las energías renovables en medio de la pobreza de cientos de familias wayuu en La Guajira.

Por: Betty Martínez Fajardo.

Diez aerogeneradores conforman el parque eólico Guajira 1, de un total de 16 ubicados en la zona de la Alta Guajira. Foto: Betty Martínez Fajardo.

En el recorrido a la Alta Guajira, donde se levantan imponentes diez aerogeneradores del parque eólico Guajira 1, se desnuda también la pobreza de cientos de familias wayuu que permiten que sus pequeños salgan a la vía a pedir limosna.

La llegada del presidente Iván Duque Márquez, a la inauguración del primer parque de un total de 16, contrastó con el recibimiento de varias familias wayuu algunas de ellas reclamando que la empresa Isagen, no cumplió con el proceso de consulta previa, sin embargo, otros reconocían como José Miguel Epieyu, que si se cumplió con ese procedimiento representados en sus mayores algunos ya fallecidos.

Ese panorama es solo una de las tantas circunstancias que envuelve el montaje de esos proyectos eólicos que, si bien representan la transición energética en el país, deben inicialmente favorecer a esas comunidades del área de influencia porque de una u otra manera les cambia la vida.

Ese hermoso paisaje no será el mismo porque en ese camino desértico aparecen los primeros 10 aerogeneradores con 78 metros de altura y 30 hélices cuyas aspas miden 49 metros, los otros parques próximos a montarse son aún de un mayor tamaño.

El presidente Iván Duque, llegó hasta la zona del Cabo de la Vela, e inauguró el parque eólico Guajira 1, donde dialogó con las familias wayuu del área de influencia. Foto: Betty Martínez Fajardo.

Para levantar ese primer parque eólico, se invirtieron 75 mil millones de pesos, mientras las comunidades del área de influencia siguen reclamando el acceso a agua potable, alimentación y trabajo que debe garantizarles el gobierno nacional para protegerles la vida y evitar que los niños sigan muriendo por desnutrición, como muy bien lo recuerdan los magistrados de la Corte Constitucional que declaró el estado de cosas inconstitucional para La Guajira.

Es decir, el montaje de esos grandes proyectos debe ir de la mano del mejoramiento de la calidad de vida de las familias wayuu ubicadas en el área de influencia, quienes deben ser bien compensadas amparados en el proceso de consulta previa.

En algunas comunidades estos proyectos internamente han causado una serie de divisiones, muy posiblemente porque las empresas llegan al territorio a irrumpir para entablar diálogos de manera individual.

A esa división interna que ya se está viviendo, se da cuenta de otro efecto como el desplazamiento de las comunidades, como ya varias lo han denunciado a través de diferentes medios.

De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, para que los parques eólicos puedan despachar la energía que genere, se debe construir el proyecto de la subestación colectora de 500 KV y líneas de transmisión colectora -Cuestecitas y Cuestecitas-La Loma.

El proyecto consiste en el montaje de la subestación colectora 500 kV en el municipio de Uribia, más dos líneas de transmisión a 500 kV de 110 km cada una desde la subestación colectora hasta la subestación Cuestecitas 500 kV.

También, una línea de transmisión a 500 kV con una longitud aproximada de 250 kilómetros desde la subestación Cuestecitas 500 kV hasta la subestación La Loma 500 kV.

El proyecto fue adjudicado a grupo Energía Bogotá, y de acuerdo con el gobierno nacional debería estar listo en el mes de noviembre de este 2022.

Nemesio Roys Garzón, gobernador de La Guajira. Foto: Betty Martínez Fajardo.

El gobernador

El gobernador de La Guajira, Nemesio Roys Garzón, dijo que era una fecha histórica para el país, donde se arranca ese proceso de transformación energética de toda Colombia, lo que considera como un orgullo que arranque por el departamento de La Guajira.

“Esto se ha venido hablando durante muchísimos años, hoy estamos viendo que ese potencial se vuelve realidad con inversiones, con atención a las comunidades y eso lo que está mostrando es un nuevo camino para el departamento de La Guajira, una nueva economía como siempre lo hemos dicho, no quedarnos siempre en el carbón sino pasar a otros sectores como el de energía que a ser fundamental para el desarrollo económico del departamento”, dijo.

Roys Garzón, explicó que los parques que se monten en el departamento generan una compensación, por cada megavatio de cada una de las torres el 1% ira destinada como compensación al territorio, la mitad para las comunidades indígenas donde se encuentran ubicadas los aerogeneradores y los paneles solares y, el otro punto 5% para los municipios para invertir en las comunidades donde se levantan los proyectos.

Agregó, que el desarrollo de esos proyectos de gran envergadura siempre va a tener dificultades con las comunidades, sin embargo, en el desarrollo del proyecto distintas comunidades lograron un acuerdo a través de la consulta previa.

“No podemos permitir simplemente que la inversión vaya por encima de los intereses de las comunidades sino abrir ese canal de diálogo que no debe quedarse solamente en la consulta previa sino que tiene que ser un dialogo permanente para que el beneficio no sea únicamente para el privado sino que sea para todos los guajiros que se encuentran en el territorio y a medida que esto produzca más las comunidades van a tener más beneficio y esa una labor que no puede parar ninguna empresa privada”, dijo.

Amilkar Acosta Medina, escritor, exministro de Minas y Energía. Foto: Facebook.

Reacciones

El exministro de Minas y Energía, Amilkar Acosta Medina, refiriéndose a la inauguración del parque eólico Guajira 1, expresó que no todo es miel sobre hojuelas, dado el atraso considerable en la construcción de la Subestación colectora – elevadora a 110 kilovoltios (KV), que consta además de un enorme transformador, así como del tendido de la línea de transmisión desde esta hasta la Subestación de Cuestecitas (250 kilómetros de red), desde la cual parten dos líneas, una hasta La loma (Cesar) y la otra hasta Bosconia (Cesar) – 114 kilómetros de red cada una – en donde se empalman con el Sistema de Transmisión Nacional (SNT) a 110 KV. La primera está a cargo del Grupo Energía Bogotá y la segunda de ISA.

Las dificultades y tropiezos a causa de la pandemia y del trámite de las consultas previas nos lleva a pensar que, a este paso, la energía que se genere en los demás parques eólicos previstos sólo se integrará cabalmente a la matriz eléctrica del país hacia febrero de 2025, quedando expuestos sus desarrolladores a un gran lucro cesante a causa del atraso de su entrada en operación. Esta afirmación no la hacemos a humo de pajas, me baso en el hecho que la estación colectora y el tendido de la red de transmisión hasta Cuestecitas a estas alturas no cuenta siquiera con Licencia ambiental.

Agregó, que mientras este obstáculo no se remueva, difícil será el avance de los demás proyectos que están detrás haciendo cola para arrancar la ejecución de los mismos y mientras tanto la inversión que se espera que contribuya a la reactivación económica tendrá que aguantar. Huelga decir que este atraso compromete seriamente la confiabilidad del sistema interconectado nacional (SIN), toda vez que las FNCER están llamadas a servir de respaldo a la generación de energía a partir de fuentes convencionales (hídrica y térmica), en momentos en los que sigue el interrogante sobre cuándos será ese cuando que entrará y se integrará al SIN el megaproyecto de Hidroituango.

Para superar este escollo ISAGEN ha tenido que contratar con El cerrejón, tal y como lo viene haciendo EPM con Jepírache, la conexión y la transmisión de la energía que genere a partir del segundo trimestre de este año, cuando esté a punto la Subestación de este parque eólico, que aún no lo está y de esta manera evitar que la energía que genere se quede atrapada, incurriendo en un indeseable lucro cesante.

Este caso, en el que una empresa carbonífera le da la mano a las energías renovables que vienen en su reemplazo, es una muestra palmaria de lo que se viene dando con la Transición energética, en donde las energías de origen fósil le están cediendo la posta a las FNCER.

“No quiero hacer de aguafiestas, pero esta inauguración no da para tanta ventolera y aspavientos por parte del Gobierno, que se da ínfulas al magnificar y sobredimensionar en sus anuncios la importancia y trascendencia del arranque de este primer parque eólico 2.0. Tampoco es admisible que se pretenda empaquetar como parte de los $13.6 billones que, según anuncio del presidente Duque, ha invertido en La guajira, pues ni la inversión en este parque eólico ni la de los 15 restantes compromete recursos públicos”, puntualizó.

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