
Fuente: El Tiempo
Los incendios en la Amazonía no son el único desastre ambiental que presenta Brasil. Desde el 2 de septiembre se han observado manchas de petróleo en las playas de la región nordeste del país.
Hasta el momento, se ha considerado la teoría de que un barco extranjero sufrió algún accidente y no reportó el accidente ante autoridades brasileñas o que se trate de un «navío fantasma» dedicado al contrabando del petróleo.
Cuando se produce un derrame, el petróleo permanece en la superficie, pero luego de un tiempo se sumerge y se mueve en las profundidades, por dicha razón no es posible detectarlo hasta que llega a la arena de la playa.
El estudio realizado por la Universidad Federal de Río de Janeiro, determinó que el origen de las manchas pudo presentarse a mediados de junio, a unos 600-700 kilómetros de la costa, a la altura de los estados de Sergipe y Alagoas.
Aunque se desconoce la fuente del derrame, los estudios de Petrobras y la Marina de Brasil indican que algunas de las muestras analizadas tienen la misma composición que el crudo proveniente de Venezuela, sin embargo, dicha acusación fue rechazada por PDVSA (Petróleos de Venezuela) y el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.
De acuerdo con el último informe divulgado por el Instituto Brasileño de Medioambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), hay 187 puntos afectados en 9 estados de la región nordeste: Maranhao, Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía.
Los dos últimos estados han decretado el estado de emergencia debido a la gran llegada de residuos. Cabe resaltar que se han encontrado vestigios en la desembocadura del río Sao Francisco, el tercero más caudaloso del país.
Hasta la fecha, se han recogido más de 200 toneladas del crudo mezclado con arena y la cifra seguirá en aumento durante las próximas semanas ya que continuarán las actividades de limpieza. Datos de Ibama reportan daños en los arrecifes coralinos, 2 aves muertas y 15 tortugas, también se rescató 11 tortugas y 486 crías, pues la temporada reproductiva de esta especie inició en septiembre.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, considera la posibilidad que esta situación se trate de un «crimen ambiental» que busque perjudicar la imagen de Brasil y, por ello, determinó con carácter de urgencia una investigación. También sugirió que alguien podría estar intentando perjudicar la megasubasta de codiciadas áreas petrolíferas prevista para el próximo 6 de noviembre. Por su parte, la Marina ha pedido esclarecimientos a 30 buques cisterna de 10 países diferentes.
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