
Por: Betty Martínez Fajardo
Las llaves de agua siguen causando curiosidad a los niños de la ranchería La Tuna, en el municipio de Manaure, donde está funcionando una pila pública, del programa Guajira Azul que lidera el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Los niños abren y cierran las llaves, ante el llamado de atención de sus padres para que esa agua potable de la cual ya gozan desde hace varios meses no se pierda.

Las madres y sus hijos, acompañados también de sus papas y sus tíos, llegan a la hora convenida cada día, para llenar sus plásticos y regresar cargados de agua potable a sus viviendas, quienes poco a poco en familia han aprendido a hacer buen uso del preciado líquido.
La Tuna, es una comunidad wayuu, que llegar a ella no es tan fácil, se encuentra ubicada a pocos metros de la playa, donde sus hombres se dedican a la pesca y las mujeres al tejido. Allí se disfruta de un paisaje hermoso, pero también revela las necesidades de unas familias aisladas que para su fortuna hoy gozan de agua potable que les permite de alguna manera mejorar su calidad de vida.
A esa comunidad, llegó el Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón, acompañado del Viceministro de agua potable y saneamiento básico, José Luís Acero Vergel, y la Gerente del Plan Departamental de agua, la guajira Loana Pinto, para verificar si realmente esas familias estaban recibiendo agua potable.
Fue una visita bajo un inclemente sol, a lo que están acostumbrados los indígenas wayuu, el Ministro verificó los componentes de la Pila Pública, rodeados de unos niños que aún se siguen asombrando por las llaves de agua.

Diálogo con la comunidad
Fue un dialogo cordial, con nuevas propuesta como el cerramiento de la Pila, para proteger la infraestructura, y evitar que personas extrañas a la comunidad intente ocasionar algún tipo de daño.
Además, se construirá un parque para que los niños cuenten con un espacio para jugar, pero también para que sea el punto de encuentro de la comunidad wayuu, es decir “que la pila pública sea el jaguey del siglo XXI”.
“Que no solamente sea el sitio donde se recoge el agua, sino que sea ese gran punto de encuentro de la comunidad wayuu, porque dentro de la cultura los niños son fundamentales en el proceso de recolección de agua”, expresó el Ministro, quien además se comprometió con gestionar para que esa comunidad goce del servicio de energía a través de sistemas como la solar.
En todo el proceso de montaje de las Pilas Públicas, se cuenta con el acompañamiento de Aguas Nacionales, quienes enseñan a la comunidad como se debe operar, y administrar la iniciativa para que perdure en el tiempo.
Aguas Nacionales, seguirá acompañando el proceso hasta el 2.020, para garantizar una transición ordenada al operador comunitario.

La líder
Carmen Barliza, es una reconocida líder wayuu del municipio de Manaure, mujer aguerrida, a quien desde muy joven le ha tocado lidiar con muchas dificultades como caminar kilómetros y kilómetros en busca de un poco de agua.
En medio de esas tantas reclamaciones, y a sus 62 años decidió apostarle al proyecto piloto de las Pilas Públicas, y puso en marcha la Asociación de Usuarios Painwajirawa´A Asa Awuin, contrataron entonces el servicio de un operador que lleva su lista de control para la entrega del agua potable, además de un administrador, un auxiliar administrativo, y un contador, para cada iniciativa, es decir actúan como el operador comunitario que administran las seis públicas.
El proyecto garantiza su sostenibilidad desde el punto de vista financiero y operativo, como lo explica el Ministro Jonathan Malagón, “es que antes no existían los esquemas diferenciales en la regulación para que concurrieran recursos al tiempo del sistema general de participación de los municipios y de las comunidades indígenas, hoy con un esquema 70/30 va a estar garantizada la sostenibilidad financiera del esquema y por lo tanto la familia paga su esfuerzo por recoger el agua, es decir pone su esfuerzo su territorio, y su tiempo”, dijo.
Explicó, que desde el punto de vista operativo se cuenta con el apoyo de Aguas Nacionales de Empresas Públicas de Medellín, para sacar adelante la iniciativa desde el punto de vista técnico y garantizar que sea sostenible bajo la operación de la misma comunidad a partir del año entrante.
Para Carmen Barliza, lo más importante de las seis Pilas Públicas, es que por fin los wayuu de esas comunidades están consumiendo agua potable, que diariamente les hace llagar la empresa Triple A del municipio de Manaure.
“Estamos muy contentos con esta agua potable que diariamente las familias vienen a buscarla, en moto, en cicla con sus pimpinas, ellos recogen por cantidades”, expresó.
Recuerda además que antes les tocaba recorrer hasta más de ocho kilómetros, para llegar a un molino en busca de agua que además no era potable.
Es importante precisar, que la empresa Triple A del municipio de Manaure, es la encargada de suministrar en carrotanques el agua potable a las seis públicas que están funcionando, diariamente entregan un promedio 80 mil litros.

Las seis públicas, La Tuna, Arroyo Limón, Betania, Porky, Atapu y Casa Azul, favorecen a 12 mil personas representadas en 131 autoridades tradicionales con una inversión cercana a los 4 mil 932 millones de pesos.
En cuanto al componente de aseguramiento, se realizó el diagnóstico, análisis y concertación del esquema de gestión regional, la concertación de figura organizativa, y en articulación con autoridades tradicionales la constitución, la legalización y la puesta en marcha de la Asociación de Usuarios Painwajirawa´A Asa Awuin, la cual es la encargada de operar el módulo de Casa Azul.
En el componente de gestión social se capacitaron diez gestores sociales, se realizaron nueve talleres comunitarios con autoridades para concertar las ubicaciones de las pilas públicas, se llevaron a cabo 258 sesiones comunitarias para implementar la herramienta de censos comunitarios y se visitaron 5.176 familias con el fin de obtener más información sobre los estilos de vida y usos del recurso en las comunidades.

El proyecto piloto de las Pilas Públicas, está funcionando en el municipio de Manaure, con algunas dificultades propias que se superan en el camino, pero lo más importante para el ministro guajiro Jonathan Malagón, es que hoy 12 mil indígenas wayuu beben agua potable lo que les garantiza una mejor calidad de vida.
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