
Por: Betty Martínez Fajardo
Yeinely, le contó a TüüPütchika – La Palabra-, y a Diario del Norte, que la serie de pinturas es el resultado de fotografías y entrevistas hechas a los wayuu, que nace del amor que siente por su abuela, una mujer de 93 años de la casta Jusayu.
Dice que su abuela es muy apegada a sus costumbres y tradiciones, tan sabia y tan mágica como nunca usar otra vestimenta que no sean sus mantas o nunca dormir en algo que no sea su hamaca.
Para la artista, la cultura wayuu está llena de magia y de colores, el ingenio en sus hermosos trabajos manuales han sido el soporte para su supervivencia.
Sin embargo, considera que lamentablemente su color está relacionado con dolor, la desvalorización, la corrupción y el abandono del gobierno han traído consecuencias de pobreza, desnutrición y muerte en esa población.
“A través de esta serie no solo quiero mostrar el arte que ellos tienen en sus manos, el cual es un arte literalmente para vivir ,lleno de vibrantes colores y mucha luz, también quiero dejar un mensaje de fortaleza e identidad , ser la voz de esos niños wayuu, que tienen que trabajar desde pequeños y sufrir las consecuencias del abandono”, expresó.
Para Yainely, los niños son la ventana por la cual se pueden ver los problemas en los hogares, y recuerda que desde el 2008 miles de ellos han muerto por desnutrición o patología asociadas a ellas, especialmente menores de 5 años.
Expresa, que a través de su arte quiere sensibilizar no solo a los colombianos sino también a la comunidad internacional, porque considera que a través del conocimiento, de una realidad es que se puede dar el primer paso para lograr cambiarla.
“Cada cuadro de los niños tienen por título su nombre y una historia por contar, y cada cuadro que nos muestra su arte como el de las mochilas tienen una pequeña reseña que te indica el origen de este arte manual”, manifestó.

Su arte
La mayoría de las pinturas de Yeinely Durán Rosado, son al óleo y acrílico aunque algunas veces experimenta con carboncillo.
Explica, que su arte es arte figurativo porque es derivado de cosas reales como objetos o personas, pero está más preocupada por representar su esencia y los sentimientos que es lo que le produce, que su real apariencia.
La mayor parte del tiempo le gusta trabajar con colores muy vivos y llamativos y hacer pinceladas fuertes que muestren vida, energía y movimiento.
“Me gusta trabajar en lienzos grandes y algunas veces uso mis dedos como pincel para poner el color directamente sobre el lienzo. A través de mi arte, quiero comunicar algo, que cada pintura nos hable sobre alguien, sobre una situación o sobre alguna realidad”, dijo.

Quién es?
Yeinely Duran Rosado, nació el 24 de febrero de 1976 en Riohacha, aunque fue registrada más tarde en Barranquilla (Atlántico), lugar donde vivió hasta los 25 años que llegó a residenciarse en Miami.
Estudio su primaria y secundaria en el colegio “Compañía de María la Enseñanza”, y desde siempre se recuerda dibujando y pintando en todas las actividades escolares, y en su habitación haciendo historias con sus pinturas.
Recuerda que a la hora de escoger su carrera universitaria, decidió estudiar Administración de Empresas, en la Universidad del Norte, recibiendo su grado a los 21 años, sin escuchar, dice la voz de su talento.
“ La nostalgia del arte me persiguió por siempre y emigro conmigo hasta Miami, lugar donde me radique desde el 2001. En Miami, me case, tuve mis dos hijas y uno que otro trabajo , distraje mi vida del arte por algún buen tiempo, pero la semillita me perseguía y poco a poco lo fui sacando de la maleta ,primero en momentos de nostalgia, luego como un hobby y así de paso en paso volví a casa, volví a esa habitación para dedicarme enteramente al arte, a mi verdadera pasión”, recuerda.
Actualmente está estudiando Fine Art en la Universidad Internacional de la Florida, en el proceso de perfeccionar su talento y aprender nuevas técnicas.
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